martes, 7 de mayo de 2013

LA OTRA INMIGRACION....

A veces hay hechos que parece que sean producto de un guión preestablecido.

Hace muy pocos dias al entrar al bar donde tomamos el cafe matinal y comentamos la "actualidad", local y nacional, me encontre con una persona, sentada en un taburete degustando su café, cuya cara me sonaba. Además mucho.

Apenas unos segundos le costo a mi memoria ponerle nombre a aquella cara.

Gregorio Martinez. Me acerque a el y le pregunté: "Tu eres Gregorio Martinez ¿no?".

Me miró con una cierta sorpresa antes de contestarme que si. Que el era Grgeorio Martinez.El en principio no me identificaba. Normal porque, de cualquier manera, hacia unos cincuenta años que no nos veiamos.

A continuación le di una serie de datos que le llevaron rapidamente a identificarme. Un abrazo fue el paso siguiente antes de comenzar un repaso de lo que habian sido para cada uno aquellos cincuenta años.

A mediodía escuche en Radio Caspe al jefe de la Policia Local invitando a los vecinos a la "delación", colaboración ciudadana lo llaman ahora, de aquellos inmigrantes que vivieran hacinados en casas de un modo que las "gentes de bien" no consideran bueno.

Y me vino a la cabeza Gregorio Martinez a quien habia vuelto a encontrarme cincuenta años después...

Porque a Gregorio Martinez la primera vez que le vi tendria apenas un mes de vida y era el pequeño de un monton de hermanos que llegaron a Caspe con aquella "inmigracion" provocada por la construccion del pantano de Mequinenza.

Estas dos circunstancias me llevaron a plentearme escribir mi visión de aquellos "inmigrantes", denominados génericamente como "los andaluces", y establecer similitudes y diferencias con los inmigrantes actuales.

Me lo apunté y hoy una tercera circusntancia me lleva a poner negro sobre blanco, aunque en mi blog quiza seria mas acetados decir blanco sobre rojo, mi cronica de aquellos años.

Esa tercera circusntancia ha sido el hecho de que los grupos de facebook caspolinos, habitualmente "desustanciaos" o "esbafados", han recuperado vitalidad gracias, igual que les sucede a los vampiros, a unas manchas de sangre.

Ademas sangre "infiel" y vertida presuntamente por manos "infieles".

Toda la culpa la tienen los inmigrantes. En Caspe no ha pasado nunca nada hasta que llegaron los "infieles"...

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