martes, 23 de abril de 2013

EN RECUERDO DE ASUNCION BRU...


Asunción fue, todavía me cuesta referirme a ella en pasado, una de esas personas a las que uno hubiera lamentado no haber conocido. Gracias a mi actividad política pude conocerla y trabajar estrechamente con ella durante casi dos años mientras formamos parte del Ayuntamiento de Caspe.
Cuando yo lo deje seguimos colaborando en muchas actividades y eso me permitió que lo que había sido trabajo político se convirtiera en una verdadera amistad consolidada con el paso de los años.
Las muchas virtudes de Asunción han sido ensalzadas suficientemente y yo no voy a repetirlas pero si voy a referirme a algunos momentos puntuales que pusieron en evidencia  esas virtudes  que nadie discute a Asunción.
Cuando llego como concejal al Ayuntamiento de Caspe el hecho de que una mujer fuera concejal del Ayuntamiento no tenía el carácter de normalidad que ahora tiene.
Por eso muchos entendían que su presencia en el Ayuntamiento iba a ser simplemente un elemento decorativo o, como mucho, la encargada de los jardines. Pero Asunción nunca fue, en ninguno de los puestos que ocupo, un elemento decorativo. No encajaba con su carácter.
Por eso pronto tuvo que plantarles cara a quienes menospreciaban su opinión por considerar que lo que se debatía era “cosa de hombres”. Me refiero al aparejador municipal en aquellos días y al encargado de obras…fue la primera y última vez que lo hicieron. Asunción les dejo bien claro que ella era como los demás concejales.
Recuerdo que cuando comenzó a debatirse el primer proyecto de Ley para regular el aborto la oposición en Caspe, PP y CDS, presentaron una moción para que el Ayuntamiento se postulara contrario a ese proyecto.
Después de leer la moción hable con Asunción y le propuse cederle mi portavocía para que fuera ella, mujer y madre, quien defendiera  el derecho a abortar de las mujeres…no lo dudo un instante y acepto. Me ayudaras a preparar la argumentación me dijo…y yo le contesté que no porque no le hacía falta. Y defendió aquel proyecto de Ley de forma perfecta. Con argumentos y con la suficiente sensibilidad para que nadie pudiera sentirse ofendido.
Recuerdo también el día que llevamos a Pleno la propuesta de retirada de las lapidas de la Colegiata…toda la derecha caspolina llenó el salón y la presión era fuerte…el debate se hizo duro y la oposición proponía retirar el punto del orden del día…mientras algún compañero me golpeaba mi rodilla con la suya, debí acabar con moraduras, ella desde su sillón me decía con la cabeza que no cediéramos.
De no haber sido por su apoyo para sacar adelante la construcción del monumento genérico a todos los caspolinos que se construyó en la Pl. M. Ferrán es posible que nunca se hubiera construido.
Lamentablemente Asunción se ha ido sin que, a pesar de tantos años de gobierno de su partido, esas placas se hayan retirado.
Por eso el día de su funeral al llegar su ataúd a la Colegiata algo se me revolvía en el estomago viendo que las placas seguían allí…
He hablado de su partido, refiriéndome al PSOE, porque si alguien en Caspe tiene derecho a usar ese posesivo ha sido Asunción…porque nadie como ella le dio tanto a cambio de tan poco.
Su vida  municipal acabo en 1987. Desde entonces por el Ayuntamiento han pasado muchos fuegos bobos, según la definición de Galeano, mientras Asunción trabajaba en todos los ámbitos sociales de la población.
Crítica con las cosas de su partido que no le gustaban  pero sin que en ningún momento su fidelidad al mismo se resquebrajara.
Cuando llegaba una campaña electoral Asunción se hacía omnipresente…llenaba sobres, los repartía, trataba de arañar para su partido el voto de aquellos votantes que habían ido perdiendo confianza en el PSOE…ella trataba de convencerlos de que las cosas iban a cambiar…yo siempre me acordaba de aquella famosa frase del Cantar del Mío Cid: “Dios que buen vasallo...si tuviera buen señor”
Su último servicio a su partido lo hizo cuando decidió postularse como candidata a la alcaldía para forzar la situación y evitar que la inercia en que se había caído continuara...
Recuerdo que vino a casa y me lo dijo. Me pidió mi opinión y le dije que me parecía muy arriesgado para asumirlo ella sola. Mirándola a los ojos supe que su decisión estaba tomada y nadie la iba a cambiar. Me limite a decirle que si en algo podía ayudarla que ya sabía que podía pedírmelo.
Y lo hizo a pesar de que ya no se encontraba demasiado bien…y pudo defender con argumentos, como casi treinta años antes lo hiciera con el proyecto de Ley del Aborto, que su partido de toda la vida necesitaba una renovación...
Esta era Asunción. Una mujer con las ideas claras, defensora de todo aquello en lo que creía…
La foto que hoy preside este acto se hizo el pasado 27 de Abril…este sábado hará un año. Asunción ya no está entre nosotros porque apenas tres meses después nos dejo para siempre…demasiado pronto sin ninguna duda.
En las horas de tanatorio y funeral  todos reconocían unánimemente las virtudes de Asunción y su trabajo en los últimos treinta años…
No pude evitar acordarme de un texto de Eduardo Galeano que dice:
“Ni diez personas iban a los últimos recitales del poeta Blas de Otero. Pero cuando Blas de Otero murió muchos miles de personas acudieron al homenaje que se le hizo en una Plaza de Toros de Madrid. El no se enteró”
Asunción tampoco se enteró de esas alabanzas póstumas.
Quizá hubiera sido mejor hacer lo que hacen los indios shuar en la Amazonia según nos cuenta el mismo Galeano:
“Fue en la selva en la amazonia ecuatoriana. Los indios shuar estaban llorando a una abuela moribunda. Lloraban sentados a la orilla de su agonía. Un testigo venido de otros mundos, preguntó:
-¿Por qué lloran delante de ella si todavía está viva?
Y contestaron los que la lloraban:
.Para que sepa que la queremos mucho...después de muerta ya no lo sabrá”

Porque escuchando las alabanzas sobre la personalidad de Asunción resulta inevitable preguntarse:
Si tanto valía ¿Por qué nunca tuvo desde 1987 la posibilidad de volver a la gestión municipal?
Estoy convencido de que de haberlo hecho Caspe y su partido hubieran salido ganando.
Asunción…estés donde estés te echamos en falta…


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